Sin pudor

Ayer mientras elogiaba el blog de mi amigo contrapedal me surgió una reflexión. Esta es que muchas veces tengo pensamientos que encuentro interesantes pero me da cierta vergüenza publicarlos. Principalmente porque soy exigente conmigo mismo y en segundo lugar porque desconfío de la mirada de los otros. Un gran amigo mío, Manuel Crespo tardó como mínimo cinco años en mostrarme el primer borrador de su primera novela que es muy recomendable y que próximamente será publicada por una editorial. En un par de meses busquen en su librería amiga “Los Hijos Únicos” que no los defraudará. Martín Robbio, eterno compañero de rutas cumplió doce años con la música antes de sacar su primer disco “Que me importan que se rían”, un disco de piano excelente.
Sin embargo, yo no enfrento los desafíos de estos dos artistas. Internet y los blogs se nutren de reflexiones banales cuyo único fin es un disfrute pasajero. Si bien no es fácil redactar un texto que le resulte interesante a alguien, tampoco sería lógico dedicarle cuatro horas a escribir un post y mucho menos sentir pudor o vergüenza por un texto que seguramente no le resulte atractivo a todo aquél que lo lea. Por eso creo que hay que lanzarse y escribir comentarios pasajeros porque esa es la lógica del medio. Del mismo modo que Twitter permite pocos caracteres, el blog por definición no está hecho para tímidos. En esas reflexiones alocadas estaba cuando recordé el ejemplo de Wendy Zulca, una niña peruana muy popular que nutre a la web con videos más parecidos a parodias de Capusotto que a cualquier otra cosa. En caso de no conocerla pongan en youtube su nombre y la palabra clave “tetita”. Si son amantes del humor de origen “chachacha” se descostillarán de la risa. Nombro a esta niña porque es una demostración extremista de la falta total de ese sentimiento que genera rubor en mucha gente. Si bien jamás haré un video similar a los de Wendy porque mis creencias me lo impiden, rescató esa falta de pudor. A la conclusión que arribamos con mi amigo contrapedal es que hay que lanzarse a escribir sin prejuicios y como parte de un disfrute. De últimas no somos grandes artistas, somos bloggers con ganas de hacer una breve reflexión o sacarle una pequeña sonrisa a alguien y si no les gusta ríanse de nosotros.
Abajo dejo el link insólito de wendy zulca fijense en la cantidad de visitas que tiene.